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[message]TheHolyArt
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En esta litografía hecha a mano con doble barniz y tonos dorados para garantizar su impermeabilidad y una larga duración, se representa a San Alejandro, Patriarca de Constantinopla. Los santos Alejandro, Juan y Pablo, Patriarcas de Constantinopla, vivieron en épocas diferentes, pero cada uno de ellos se vio involucrado en las actividades de herejes que buscaban distorsionar las enseñanzas de la Iglesia. San Alejandro (325-340) fue obispo vicario en la época de San Metrófanes (4 de junio), el primer Patriarca de Constantinopla.
Debido a la avanzada edad del patriarca, Alejandro lo sustituyó en el Primer Sínodo Ecuménico de Nicea (325). A su muerte, San Metrófanes dejó instrucciones en su testamento para elegir a su vicario para el trono de Constantinopla. Durante estos tiempos, Su Santidad el Patriarca Alejandro tuvo que lidiar con los arrianos y con los paganos. En una ocasión, en una disputa con un filósofo pagano, el santo le dijo: «¡En el nombre de nuestro Señor Jesucristo te ordeno que guardes silencio!». Y el pagano enmudeció repentinamente. Cuando hizo señas para reconocer sus errores y afirmar la corrección de la enseñanza cristiana, recuperó el habla y creyó en Cristo junto con muchos otros filósofos paganos. Los fieles se regocijaron por ello, glorificando a Dios que había otorgado tal poder a su santo.
El hereje Arrio fue castigado mediante la oración de San Alejandro. Al parecer, Arrio había accedido a comulgar con los ortodoxos. Cuando el Emperador le preguntó si creía como enseñaban los Padres de Nicea, se llevó la mano al pecho (donde había ocultado astutamente bajo la ropa un documento con su propio credo falso escrito) y dijo: "¡Esto es lo que creo!". San Constantino (21 de mayo), ignorante de la engañosa maldad de Arrio, fijó un día para recibirlo en la Iglesia. San Alejandro oró toda la noche, implorando al Señor que no permitiera que este hereje fuera recibido en comunión con
Diseñamos nuestras piezas con intención y respeto para trascender las modas pasajeras. Creemos en crear artículos atemporales que elevan tu espíritu y te acercan a Él.
Santiago 4:8 (NTV) dice: «Acérquense a Dios, y Dios se acercará a ustedes. Lávense las manos, pecadores; purifiquen sus corazones, porque su lealtad está dividida entre Dios y el mundo».
