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Ícono de Santa Bárbara, Ícono ortodoxo griego hecho a mano de la Gran Mártir Santa Bárbara, Arte bizantino para colgar en la pared, Regalo religioso

Ícono de Santa Bárbara, Ícono ortodoxo griego hecho a mano de la Gran Mártir Santa Bárbara, Arte bizantino para colgar en la pared, Regalo religioso

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Este ícono bizantino es una litografía con doble capa de barniz para garantizar colores vivos y propiedades impermeables que representa a Santa Bárbara la Gran Mártir, es una obra de arte inspirada en Dios que se rige por la técnica Athosiana que le da a este ícono un valor religioso y estético único.


La santa y gloriosa gran mártir Bárbara de Heliópolis[1] vivió durante el reinado del impío tirano Mazimiano (286-305). Su festividad se conmemora en la iglesia el 4 de diciembre.


La Santa Gran Mártir Bárbara vivió y sufrió durante el reinado del emperador Maximiano (305-311). Su padre, el pagano Dióscoro, era un hombre rico e ilustre de la ciudad siria de Heliópolis. Tras la muerte de su esposa, se dedicó por completo a su única hija.


Al ver la extraordinaria belleza de Bárbara, Dióscoro decidió ocultarla de los ojos de los extraños. Por ello, construyó una torre para Bárbara, donde solo sus maestros paganos podían verla. Desde la torre se divisaban colinas que se extendían a lo lejos. De día, podía contemplar las colinas boscosas, los ríos caudalosos y los prados cubiertos de un manto moteado de flores; de noche, la armoniosa y majestuosa bóveda celeste centelleaba y ofrecía un espectáculo de indescriptible belleza. Pronto, la virgen comenzó a preguntarse sobre la Causa Primera y Creadora de un mundo tan armonioso y espléndido.


Poco a poco, se convenció de que los ídolos sin alma eran simplemente obra humana. Aunque su padre y sus maestros los adoraban, comprendió que los ídolos no podían haber creado el mundo que los rodeaba. El deseo de conocer al Dios verdadero la consumía tanto que Bárbara decidió dedicar toda su vida a este objetivo y vivir en virginidad.


La fama de su belleza se extendió por toda la ciudad, y muchos la buscaron en matrimonio. Pero a pesar de las súplicas de su padre, ella los rechazó a todos. Bárbara advirtió a su padre que su p

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