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[message]TheHolyArt
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Este ícono ortodoxo hecho a mano es una litografía con doble capa de barniz para garantizar colores vivos y propiedades impermeables que representan a Santa Isabel. Es una obra de arte inspirada en Dios que se rige por la técnica atoniana que le da a este ícono un valor religioso y estético único.
Santa Isabel era descendiente de Aarón y hermana de Santa Ana, madre de la Santísima Theotokos. Ella y su esposo Zacarías, siguiendo todos los mandamientos del Señor (Lucas 1:6), sufrieron esterilidad, lo que en aquellos tiempos se consideraba un castigo de Dios.
Cuando Isabel dio a luz a un hijo, por inspiración del Espíritu Santo anunció que se llamaría Juan, aunque nadie en su familia lo tenía. Le preguntaron a Zacarías, quien había quedado mudo por su incredulidad cuando un ángel (tradicionalmente el arcángel Gabriel) le informó que su esposa pronto daría a luz, cuál era el nombre del niño, y él escribió el nombre Juan en una tablilla. Inmediatamente recuperó el don del habla e, inspirado por el Espíritu Santo, comenzó a profetizar acerca de su hijo como el Precursor del Señor.
Cuando el rey Herodes se enteró por los magos del nacimiento del Mesías, decidió matar a todos los niños menores de dos años de Belén y sus alrededores, con la esperanza de que el recién nacido Mesías estuviera entre ellos. El rey sabía del inusual nacimiento de Juan y quiso matarlo, temiendo que Juan fuera el anunciado Rey de los judíos. Pero Isabel se escondió con el niño en la colina. Los asesinos buscaron a Juan por todas partes. Isabel, al ver a sus perseguidores, comenzó a implorar a Dios por su salvación, e inmediatamente la colina se abrió y los ocultó a ella y al niño de sus perseguidores.
Diseñamos nuestras piezas con intención y respeto para trascender las modas pasajeras. Creemos en crear artículos atemporales que elevan tu espíritu y te acercan a Él.
Santiago 4:8 (NTV) dice: «Acérquense a Dios, y Dios se acercará a ustedes. Lávense las manos, pecadores; purifiquen sus corazones, porque su lealtad está dividida entre Dios y el mundo».