*Dimensiones 22x16cm o 8,66x6,30 pulgadas*
*Icono hecho a mano*
*Impresión hagiográfica brillante en relieve sobre fondo dorado*
Este maravilloso icono ha sido creado mediante la técnica de la litografía y cuenta con doble barniz para garantizar su impermeabilidad y durabilidad. Su creador aprendió la canonización iconográfica en los talleres de los Monasterios del Monte Athos, donde aprendió tanto la técnica de la litografía como el proceso de envejecimiento artificial artesanal, que lleva la imagen con la representación de San Jorge.
San Jorge, el gran mártir y portador de trofeos, nació en Capadocia en el año 275 d. C. de padres cristianos. Cuando su padre martirizó a Cristo, su madre y Jorge, de diez años, se establecieron en su ciudad natal, Palestina. A los 18 años, Jorge se unió al ejército romano. Rápidamente ascendió a altos cargos, obteniendo el título de conde.
El emperador Diocleciano, en su afán por derrotar a los cristianos, convocó a todos los oficiales para librar una lucha devastadora contra ellos. Jorge, entre ellos, confiesa ante el emperador que es cristiano.
Diocleciano, indignado, fue encarcelado al someterlo a una serie de martirios. Los verdugos ataron a Jorge a una gran rueda. En cuanto la rueda se puso en movimiento, los afilados hierros comenzaron a cortarle el cuerpo. Entonces se oyó una voz del cielo que decía: «No temas a Jorge, porque yo estoy contigo», y un ángel liberó al santo curando sus heridas.
Luego arrojaron a Jorge a un pozo con cal y agua para disolver sus huesos. Sin embargo, Jorge permaneció intacto. Diocleciano le ordenó entonces que usara zapatos incandescentes con clavos de hierro y lo obligó a caminar. San Jorge rezó y caminó sin nada. Posteriormente, lo mutilaron hiriéndolo en todo el cuerpo. Siguió brillando como un ángel. Fueron encarcelados de nuevo. Entonces, San Jorge vio en sueños que Cristo le anunciaría que recibiría la corona del martirio. A la mañana siguiente, sol...