Ir directamente a la información del producto
1 de 9

TheHolyArt

Ícono de Santa Rosa de Lima, icono ortodoxo greco-católico hecho a mano de Santa Rosa de Lima, placa de madera de arte bizantino para colgar en la pared, decoración religiosa

Ícono de Santa Rosa de Lima, icono ortodoxo greco-católico hecho a mano de Santa Rosa de Lima, placa de madera de arte bizantino para colgar en la pared, decoración religiosa

Precio habitual $17.00 USD
Precio habitual $22.00 USD Precio de oferta $17.00 USD
Oferta Agotado
Impuesto incluido. Los gastos de envío se calculan en la pantalla de pago.
Dimensiones

Este ícono ortodoxo hecho a mano es una litografía con doble capa de barniz para garantizar colores vivos y propiedades impermeables que representan a Santa Rosa de Lima. Es una obra de arte inspirada en Dios que se rige por la técnica atoniana que le da a este ícono un valor religioso y estético único.


Los historiadores recuerdan a Santa Rosa de Lima por su piedad y castidad. Nacida en 1586 en Lima, Perú, hija de colonos españoles, y llamada Isabel Flores de Olivia, era de una belleza excepcional.


Su belleza era tan grande que la apodaron "Rosa", nombre que conserva hasta el día de hoy. Según la leyenda, un sirviente tuvo una visión en la que su rostro se transformó en una rosa. En su confirmación en 1597, adoptó oficialmente el nombre de Rosa.


Desde pequeña, Rosa quiso ser monja. A menudo rezaba y ayunaba en secreto. Realizaba penitencias secretas, algunas de las cuales eran dolorosas y severas. Adoraba diariamente al Santísimo Sacramento y comulgaba a diario.


De joven, su belleza empezó a atraer pretendientes. Para disuadirlos, Santa Rosa le afeó el rostro, frotándoselo con pimienta hasta que le salieron ampollas. Se cortó el pelo.


Sus padres se opusieron a su plan de hacer voto de castidad. Esto resultó en un conflicto de voluntades, pues querían que se casara. Su padre finalmente cedió y le dio una habitación para ella sola.


Santa Rosa se recluía en su habitación, pasando largos ratos en oración. Se decía que dormía solo dos horas por noche para tener más tiempo para la oración.


Dejó de comer carne por completo, una restricción dietética extrema para esa época.


Al cumplir 20 años, se le permitió unirse a la Tercera Orden de Santo Domingo. Continuó una vida de extrema oración, ayuno y penitencia. En una ocasión, se quemó las manos como acto de penitencia autoimpuesto.


Era conocida por llevar una pesada corona de plata, con púas que podían perforar su carne. Las púas le recordaban a la Corona de Espinas. En cierto momento, una de ellas...

Ver todos los detalles

Diseñamos responsablemente.

Diseñamos nuestras piezas con intención y respeto para trascender las modas pasajeras. Creemos en crear artículos atemporales que elevan tu espíritu y te acercan a Él.

Santiago 4:8 (NTV) dice: «Acérquense a Dios, y Dios se acercará a ustedes. Lávense las manos, pecadores; purifiquen sus corazones, porque su lealtad está dividida entre Dios y el mundo».

Sobre nosotros